"Dedicado a todos los que siguen queriendo ser diferentes y luchan contra aquellos que desean que seamos iguales"

25 de noviembre de 2013

Al principio solo iba a ser eso...

Sexo. 
Sólo iba a ser sexo. Y en un principio, fue sólo sexo, el mejor que había tenido en mi vida, de hecho. 
Después fue sexo más cañas y conversaciones interminables. Sexo más quedar para cenar. Sexo más salir de fiesta juntos y no parar de reír. Sexo más tardes enteras en la habitación haciéndonos cosquillas. Sexo más perdernos por la ciudad. Sexo más quédate a dormir. Sexo más un eres preciosa. Sexo más quiero saberlo todo de ti. Sexo más cogernos de las manos mientras caminamos por la calle. Sexo más café en la cama. Sexo más ducharnos juntos. Sexo más no me interesa ninguno que no seas tú. Sexo más aquel viaje a Praga. Sexo más no puedo estar un día sin verte. Sexo más miradas de complicidad. Sexo más contarte mis secretos. Sexo más no hay abrazos como los tuyos. Sexo más creo que me importas demasiado. Sexo más tu voz diciéndome que un te quiero se te queda corto. Sexo más novecientos días a tu lado me parecen pocos. Sexo más presentarte a mis padres el día de mi graduación. Sexo más acabamos la carrera y nuestra vida en Madrid. Sexo más tú y yo lejos de esta ciudad, pero juntos. Sexo más la vida tiene sentido cuando llego a casa y tú estás esperándome. 
Ahora es sexo más un amor que no me cabe en el alma.



15 de noviembre de 2013

Recuerdos, ya sólo son recuerdos...

Igual nos parece algo insignificante, algo incomprensible, pero que cuando te paras a pensarlo se convierte en todo un mundo, pasa a serlo todo.
Y es que es increíble como una sola persona puede cambiar el rumbo de nuestra vida, como una sola persona hace que cojas asco a un equipo de fútbol con el que antes incluso simpatizabas, que una parada de Renfe o mirar un plano del Metro haga que todo tu mundo se desmorone, que algo tan sencillo como revisar cualquiera de tus redes sociales se convierta en todo un reto, y todo, una única persona, sin necesidad de nadie más.
Y es que los recuerdos son horribles, porque son sólo eso, recuerdos. Recuerdos que te hacen entristecer, que te hacen sentir bien, pero al fin y al cabo, jamás volverán a ser parte de tu día a día porque ya no está, es feliz, si, pero no es feliz a tu lado, contigo, y a pesar de todo el empeño que pusiste, ni siquiera reconoce que lo fue a tu lado. Y eso, querido amigo, esa es la peor forma de castigar a alguien, porque cuando una persona lo da todo por ti, sin esperar nada a cambio, no recibe nada y para colmo no reconoces que al menos lo está haciendo bien, eso, eso es un grandísimo castigo, una tortura que te mata lenta y dolorosamente por dentro sin que nada ni nadie pueda hacer nada al respecto.
Así que hazte el favor y memoriza todos y cada uno de nuestros momentos, si, todos nuestros recuerdos, y ahora ten el valor de volver a mírame a los ojos y reconocer que no fuiste feliz a mi lado.