"Dedicado a todos los que siguen queriendo ser diferentes y luchan contra aquellos que desean que seamos iguales"

19 de junio de 2014

La espera vale la pena.

Hacia tanto tiempo que ella no era así de feliz, tantísimo, que no se acostumbraba a serlo, y por ello, le daba por, de vez en cuando, discutir con la primera persona que pasaba, casi siempre, la que menos lo merecía. Pero todo era cierto, era real, él estaba en su vida y la verdadera felicidad era un hecho. Igual costaría acostumbrarse a esa realidad tan bonita, igual no, pero sabía que había que ir despacio, contando los pasos, yendo hacia delante, con cuidado, sin cometer errores, pero, ¿que sería de la vida sin los errores, tanto pequeños como grandes? Todos de vez en cuando cometemos errores, y ella tenía miedo de que el suyo mandase a la mierda esa felicidad, hasta que por equivocación, tanta precaución se le fue de las manos, cometió un error, un pequeño error, y se dio cuenta de lo bonito que era solucionar esos errores con la persona adecuada. Ya era seguro. Era feliz, él era la causa de su felicidad, y con errores o sin ellos, esperar había merecido la pena. Le encontró a él cuando apenas se encontraba en su reflejo. Se encontraron los dos cuando no se buscaban, cuando se habían perdido. Se encontraron de casualidad, y que casualidad más bonita.



2 comentarios:

  1. ¡Ya estoy por aquí para dejarte mi comentario!

    Me encanta! Y coincido contigo en una cosa ... ¡vivan las casualidades! Porque han puesto en mi vida a grandes personas, como aquella chiquita que en aquel metro volviendo de Parque Sur, se preocupo por cómo me encontraba ;) Eso sí ... quiero una casualidad como la que escribes :( jajajaja

    un beso grandeeeeeeee!!

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    1. Pues si, las casualidades son preciosas siempre, porque a mi también me han traído personas muy muy importantes en mi vida :) ¡Que gran día en ParqueSur! Jejejejejejejeje Y tranquila que esa casualidad de la que hablo ya llegará :D

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