"Dedicado a todos los que siguen queriendo ser diferentes y luchan contra aquellos que desean que seamos iguales"

15 de noviembre de 2013

Recuerdos, ya sólo son recuerdos...

Igual nos parece algo insignificante, algo incomprensible, pero que cuando te paras a pensarlo se convierte en todo un mundo, pasa a serlo todo.
Y es que es increíble como una sola persona puede cambiar el rumbo de nuestra vida, como una sola persona hace que cojas asco a un equipo de fútbol con el que antes incluso simpatizabas, que una parada de Renfe o mirar un plano del Metro haga que todo tu mundo se desmorone, que algo tan sencillo como revisar cualquiera de tus redes sociales se convierta en todo un reto, y todo, una única persona, sin necesidad de nadie más.
Y es que los recuerdos son horribles, porque son sólo eso, recuerdos. Recuerdos que te hacen entristecer, que te hacen sentir bien, pero al fin y al cabo, jamás volverán a ser parte de tu día a día porque ya no está, es feliz, si, pero no es feliz a tu lado, contigo, y a pesar de todo el empeño que pusiste, ni siquiera reconoce que lo fue a tu lado. Y eso, querido amigo, esa es la peor forma de castigar a alguien, porque cuando una persona lo da todo por ti, sin esperar nada a cambio, no recibe nada y para colmo no reconoces que al menos lo está haciendo bien, eso, eso es un grandísimo castigo, una tortura que te mata lenta y dolorosamente por dentro sin que nada ni nadie pueda hacer nada al respecto.
Así que hazte el favor y memoriza todos y cada uno de nuestros momentos, si, todos nuestros recuerdos, y ahora ten el valor de volver a mírame a los ojos y reconocer que no fuiste feliz a mi lado.




No hay comentarios:

Publicar un comentario