Te quise acariciar y me acordé que no podía, que no debía... Tenías un no sé qué que inspiraba mis hormonas y evitaba que terminase ese libro, el ensayo de una vida aun por encarrilar... Y te echo de menos...
Pero ni foto para el recuerdo
ni recuerdo para olvidar...
Debimos hacer más concreto el amor para poder tocarlo, sentirlo, añorarlo...
Porque ya no lo veo, ya que no se puede añorar algo que no tuve.
A sabiendas de que pueda destrozarse aún más los restos que dejaste,
página a página, corté. Corté por lo sano y deje de escribir.
Y sigue esperándote el olor a ti que dejaste en mi almohada,
tu horas dejadas ahí, madrugadas enteras entregadas en vano...
Y mi cuerpo desnudo años más viejo.
Sin ataduras, lo se, lo dijimos, y no logre cumplirlo.
Es que soy bastante terca, dirás impulsiva, más yo, más tú,
y más un nosotros que aun tengo dudas de que existiese alguna vez...
Pero siempre, a pesar de ese, esta es la ultima vez que sucede, prometo que pasaré...
Me quede al frío de esa noche donde terminé llamándolo a él.
Mi yo aun te quiere y está seguro de ello, pero yo...
No estoy tan segura de si quiero seguir queriéndote.
Se me hunde el barco y ni los peces me quieren salvar,
pero ya está él para salvarme 10 minutos y volverme a soltar...
pero ya está él para salvarme 10 minutos y volverme a soltar...
No hay comentarios:
Publicar un comentario