Como piezas de puzzle que no encajan...

Puede pasar absolutamente de todo, ¿verdad? Cualquier cosa. 
Puedes llegar a enamorarte de esa persona que hace dos minutos odiabas tanto que no podías ni mirarla a la cara. 
Puedes llegar a odiar a esa persona que hace dos minutos lo era todo para ti y pensabas que seria la indicada para pasar el resto de tu vida a su lado. 
Puedes amar tanto a una persona que tan solo el miedo a perderle, ese miedo continuo de que elija a otra y mande todo a la mierda, ese miedo, haga que lo jodas todo y acabes perdiéndola de verdad. 
Puedes despertarte al lado de alguien a quien hace unas horas ni siquiera habías imaginado conocer y mírate ahora, a su lado, compartiendo cama, compartiendo sabanas, compartiendo almohada, compartiendo oxigeno, compartiendo ese "Buenos días", compartiendo ese beso en el que los labios se quedan pegados porque aun ni si quiera has abierto la boca para mojártelos con la lengua, compartiendo mesa de desayuno, compartiendo leche y cereales o quien sabe si un zumo o tortitas hechas juntos, compartiendo risas porque el se ha manchado con el sirope de chocolate de las tortitas, compartiendo el periódico del día, el gas del calentador del agua, compartiendo ducha, quien sabe si a la vez o uno después del otro, el caso es que ahí estáis, los dos juntos compartiendo un amanecer que ni te imaginabas ni tan siquiera que iba a ser compartido, ni con el ni con cualquier otro.

Todos estos momentos son como si alguien te regalara uno de esos puzzles con miles de piezas de un cuadro de Madrid, de la foto de unos ponys marrones preciosos o de las cataratas del Niágara; y se supone que cada una de esas piezas ha de encajar, pero no. 
Con el paso del tiempo esas piezas de deterioran y terminan por dejar de encajar. Por eso, ese amanecer fue precioso, compartísteis todo, pero lo principal que hay que compartir es la verdad, la sinceridad, y tu has roto esa promesa, has mentido, has dicho cosas que en realidad no sentías y eso, eso ha hecho que todas estas piezas se deterioren, esto ha hecho que... ¡Ya no encajemos de ningún modo...!