Dispuestos a todo para llegar a ser nada...

Estábamos dispuestos a todo, queríamos comernos el mundo, dejarlo todo, irnos lejos, donde nadie pudiese decirnos que es lo que estaba bien y estaba mal, sin que pudiera juzgar nuestras locuras de enamorados, nuestras idas y venidas, nuestros enfados por tonterías y las reconciliaciones de amor y pasión en cualquier rincón. Pero todo se arruinó, fuimos desapareciendo el uno en la vida del otro y todo por un error. Confía decían, él no miente comentaban y yo, ingenua debido a mi idiotez de eso a lo que llaman amor, creí todas y cada una de tus palabras. 
Pasando el tiempo mi confianza desapareció, el que dirán pasó a ser parte del día a día de una vida de ensueño que poco a poco se convertía en toda una pesadilla.
Si, cierto, las cosas se demuestran, porque palabras hay muchas y todas se las lleva el viento, por mucho que intentemos mantenerlas se van. Peor no hay nada peor que los mal entendidos, creer en todo el mundo menos en él. Y eso fue lo que pasó, que los ajenos pasaron a ser los "amigos" y el amigo pasó a ser el ajeno. Y todo por no sentarse, solos, sin nadie mas, y hablar olvidándose de el que dirán.
Queríamos comernos el mundo y terminamos comiéndonos las palabras que nunca dijimos.